Y es que todo comenzó cuando el Gullit se despidió del León con lagrimas en los ojos declaraba que el no se quería ir que lo llevaban a fuerza pues después de juegos donde no paso nada, la directiva decidió mandarlo a préstamo nuevamente a León donde ya lo esperan con los brazos abiertos.
Fin de la historia con el rebaño donde llego como figura y se va por la puerta de atrás sin pena ni gloria, ahora solo queda esperar a que en León donde nunca debió salir pueda recuperar su mejor nivel y regresar al TRI.