Así que están tomando la justicia por su propia mano, como sucedió en Naucalpan donde la gente agarro a este ratero y le propino tremenda paliza pues estaban cansados de que les robaran, el sujeto con la cara llena de sangre solo pedía clemencia diciendo "Ya estuvo, ya estuvo".
Piden clemencia pero cuando están arriba de los autobuses se sienten muy gallos y como saben que solo estarán unas cuantas horas detenidos pues siguen robando y hasta piden que sean detenidos para que los salven de las personas.