La primera dama tiene bien cuidado a nuestro cabezita de algodón
Nuestro querido presidente de la república Mexicana vivió un momento incomodo mientras esperaba abordar un avión y es que como sabemos al Peje le gusta viajar en vuelos comerciales por lo que mucha gente se acerca a saludarlo.
Y es que estaba sentado en la sala de espera y una mujer muy atractiva se acerco a el para saludarlo y comentarle algunas cosas en el oído lo que alcanzo a ver la primera dama.
Así que sin pensarlo dos veces la primera dama dejo de tomarse selfies con sus admiradores para marcar su territorio y tomar de la mano al peje.
Ese Obrador es un loquillo pero esta bien protegido por su mujer que no permite que se le acerquen al cabecita de algodón.