miércoles, 3 de diciembre de 2014

McEnroe vuelve a cargar contra las hermanas Williams

La guerra dialéctica que mantienen John McEnroe y la familia más influyente del tenis estadunidense vivió ayer un nuevo capítulo, tras acusar el ex campeón norteamericano a Venus Williams “de haberle insultado”.

McEnroe y las hermanas Williams —Venus, actual campeona de Wimbledon, y Serena, ganadora del último US Open— han mantenido diversos enfrentamientos verbales desde que el dúo proclamara que podían ganar partidos en el circuito masculino.

McEnroe, ganador en cuatro ocasiones del Abierto de Estados Unidos y tres veces en la hierba de Wimbledon, respondió que no eran capaces siquiera de vencer a un buen jugador aficionado.

El multimillonario norteamericano Donald Trump ofreció el año pasado un millón de dólares para promover un enfrentamiento entre McEnroe y las Williams. Sin embargo, las hermanas enfriaron la iniciativa.

“Nunca oí decir a Marion Jones que fuera capaz de batir a Maurice Greene en los 100 metros lisos”, afirmó McEnroe en Londres, donde participará en el torneo de veteranos Honda Challenge, que empieza el miércoles en el Royal Albert Hall.

“Parece que estas declaraciones se dan solamente en el tenis”, agregó. “Me gustaría saber por qué en el mundo de la raqueta las mujeres creen que pueden ganar a los hombres”. Y añadió: “Si verdaderamente lo creen, deben ponerse manos a la obra y empezar a jugar en el circuito masculino”.

Cuestionado por un periodista sobre si estaba lanzando un desafío a las hermanas Williams, McEnroe fue tajante. “No pongan en mi boca declaraciones que no he hecho”. Y aclaró: “No se trata de un desafío lanzado por John McEnroe. No gastaría mi aliento en el envite. Se me ha preguntado en numerosas ocasiones si estaría dispuesto a enfrentarme con Steffi Graff o Martina Navratilova. La verdad, no es algo que me interese”.

El torneo Honda Challenge permitirá ver frente a frente a dos viejos conocidos. Bjorn Borg y John McEnroe volverán a verse las caras el viernes por la tarde en lo que podría ser su último enfrentamiento sobre suelo inglés.

Su partido en la hierba de Wimbledon, en 1980, es considerado como uno de los mejores encuentros del circuito del Grand Slam